Este diario es uno de los rotativos gallegos más
especializados en el Hockey sobre Patines, y que hace un seguimiento detallado
del Liceo y del Cerceda, particularmente. Destaca las actuaciones individuales
y grupales y enfoca la lupa, casi siempre, en los extranjeros.
En estos días ha hecho mención en varias oportunidades al
trabajo de Martín Payero, que tuvo una actuación consagratoria ante el Lleida,
anotando tres goles, y el sábado pasado, ante el Alcoy, marcando la
misma cantidad.
El Negro es uno de los internacionales mas destacados de España,
junto a los argentinos de Barcelona, que partido a partido sorprende por su
calidad. Tanto es así que La Opinión hizo un editorial-nota de la periodista María Varela, con entrevista a
Payero y análisis de sus actuaciones. Y remata: “Con sus 39 años a cuesta,
sigue asombrando en la OK Liga”.
MARTÍN PAYERO. El argentino del Cerceda.
Acá la nota completa titulada “La eterna juventud de Martín
Payero”
Cuando Martín Payero debutaba en la primera división de la
liga argentina, con apenas 16 años, Adrián Candamio e Iñigo Artacho, los
benjamines del HockeyGlobal Patín Cerceda, todavía no habían nacido. Y es que
el argentino, ahora nacionalizado angoleño, lleva más de 20 años dedicándose al
hockey sobre patines. Una carrera larga, con sus altos y bajos, en los que la
explosividad de los primeros tiempos ha dado paso a un jugador mucho más maduro
y que, en la temporada en la que cumplirá 39 años, sigue asombrando en la OK
Liga. Y avisa: "No tengo pensado retirarme ni en uno ni en dos años".
"Hay una época en la que estás preocupado porque te
estás haciendo viejo. Pero cuando ya estás viejo, todo lo que se te presenta
por delante es una gran motivación", reflexiona el Negro, como es conocido
por sus compañeros. Un cambio de mentalidad que en su caso coincidió con su
salida del Liceo y su posterior fichaje por el Órdenes de Primera Nacional.
"Había tocado fondo deportivamente. Un año sin jugar me afectó y se notó
en mi año en Órdenes. Después ya fiché por el Cerceda, ascendimos a la OK Liga
y se me abrió la posibilidad de esta segunda juventud. Tengo más madurez y la
tranquilidad que da la confianza de que tanto tus compañeros como el cuerpo
técnico confían en ti", analiza.
Antes se había formado en Argentina entre el Loma Negra y el
Trinidad, aprendizaje que completó en el Liceo B. Cuando pasó a la primera
plantilla, empezó a sentir lo que era jugar "de verdad", aunque sus
45 goles no le sirvieron para ganarse la continuidad en A Coruña y fichó por el
Barcelos portugués. "Para mí esa época supuso el despegue. Gané mis
primeros títulos y fueron los años más productivos a nivel deportivo",
recuerda. Eso hizo que se le abrieran las puertas de nuevo en el club
herculino. "Me quedé con la espina de no haber ganado ningún título.
Luchamos mano a mano y hasta el final siempre contra el Barcelona, que estuvo
muchísimos años intratable", argumenta.
La época de luchar por títulos, dice, ya pasó. "¡Cuánto
daría por haber tenido la mentalidad de ahora con diez años menos!",
confiesa. ¿Qué le diría el Martín Payero de ahora al de hace diez años,
entonces? "Sobre todo que abriera los ojos. Porque una cosa es ser bueno
al hockey y otra cosa es saber jugar bien al hockey sobre patines. Me hubiese
gustado haberme esforzado más en la parte táctica del juego, haber asimilado
más conceptos, lo máximo posible, para saber jugar mejor a esto". Ahora no
quiere que a los jóvenes con los que comparte vestuario les pase lo mismo.
"Ya me pasó en su día con Dava Torres, que estaba muy encima de él. Ahora
también con Adrián (Candamio) e Iñigo (Artacho). Van a acabar odiándome. Estoy
muy encima de ellos en los entrenamientos para que puedan mejorar día a día.
Tienen muchísimo potencial, pero también tienen que mejorar y trabajar",
comenta.
Porque precisamente el trabajo es una de sus fórmulas del
éxito. "La edad ya te exige otros cuidados que antes no tenías. Me cuido
las comidas durante la semana, aunque algo normal. El principal secreto es
entrenar mucho. No me gusta estar mal, así que entreno lo más que puedo y
dentro de mis posibilidades", desvela. Las sesiones en la pista las
complementa con trabajo individual semanal en la piscina y el gimnasio.
"Sí que noto que ahora los periodos de recuperación son mayores",
reconoce.
Pero sobre la cancha, no se percibe ni un atisbo de declive.
La jornada pasada, contra el Lleida en el González Laxe, marcó tres goles en
los ocho primeros minutos del partido. El primero y el tercero, para enmarcar.
En el primero, ganó la bola en la valla, se fue hacia el centro con un pase por
la espalda, con lo que se quitó del medio también a dos defensas para afrontar
la portería y marcar. En el tercero, recibió, le hizo un caño a un rival y
chutó a la escuadra. Y no está contento porque el gen de entrenador ya empieza
a llamar a su puerta: "Vi el vídeo y creo que tanto el equipo como yo
pudimos jugar mejor". Si mejoran y ganan el sábado en Alcoy, el Cerceda
podría dejar prácticamente atada la permanencia.
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