viernes, 28 de agosto de 2015

Flamante escuelita de Hockey sobre Patines en Pergamino a cargo de Diego Birentzwaig

Que el hockey sobre patines es pasión, no lo duda nadie. Es un deporte que genera entre la gente que lo conoce y lo frecuenta un acercamiento inenarrable, casi idealista. Y de otras personas, que lo conocen e inmediatamente se enamoran de la “bochita” y el “stick”. “Yo sin Hockey me muero” dice Diego Birentzwaig, porteño de 39 años, que alguna vez vio jugar a su primo, dos años menor que él, en cancha de Platense y se enamoró definitivamente de este deporte. Pese a que un entrenador, por aquellos años, le recomendó dedicarse a otro deporte, Diego fue perseverante y terminó jugando casi toda su vida en el club “Calamar”.



Hace poco se mudó a Pergamino y decidió inaugurar una escuelita de hockey pero sin renunciar a sus funciones en Argentino Juniors, donde hace varios años que trabaja enseñando este deporte

“A los 9 años fui a ver jugar hockey  a mi primo, dos años menor que yo, en Platense. Llegue y un entrenador me dijo que me dedique a otro deporte, pero como me encantó decidí aprender a patinar por fuera de la pista hasta que otros entrenadores me vieron y me probaron en el arco. Desde Infantil hasta Juniors, siempre en Platense, alternábamos entre primer y segundo puesto por lo cual tengo más de 10 Argentinos jugados” dijo Birentzwaig que recuerda siempre haber compartido cancha con varios notables de este deporte. “Me he cruzado en varios Argentinos con Carlos López, Panchito Velázquez,Roberto “bicho” Albarracin, David Paez, Cristián Brandoni, Méndez Casariego” dijo.

Tras dejar unos años la actividad, cuando se decidió nuevamente, ya Platense había dejado de tener hockey. “Me fui a jugar a Ciudad y entrenar a los arqueros. Después me buscaron de Geba, para ser entrenador y jugar, hasta hace tres años que soy el DT de Argentinos Juniors. Los dos primeros años de primera y reserva y este último, sólo tenemos reserva” expresó.

Como todo hombre conocedor, y amante de un deporte que es pasión en San Juan, uno de sus mejores maestros es un sanjuanino. “Unos de mis grandes maestros fue el Beto Nuñez o como le dicen en San Juan, el capo. Es amigo mío hace mas de 15 años y como un padre para mí en el hockey” dijo Diego que también reconoció a Daniel Pérgola y Jorge Dasis, como sus maestros bonaerenses.

Como todo arquero, no olvida su espejo en el puesto. Y ese espejo es nada más y nada menos que el portero argentino campeón del mundo en Recife 1995 y campeón Olímpico, Guillermo “Wily” Herrman. “Mi referentes como arquero”, dijo

Casado y con dos hijas, Diego Birentzwaig es un amante sin frenos del hockey sobre patines. Aún atajando, de vez en cuando, en el Rojo de la Paternal, promete dar batalla a los años y demostrar que casi a los 40, cuando se quiere se puede. Jugará, posiblemente, ante la reserva de Geba, como antesala del partido de Liga Nacional entre Richet Zapata y el conjunto porteño.   


Jugador y técnico, ahora también entrenador pergaminense, es un fiel reflejo de miles de voluntades que siguen luchando a lo largo del país para que este deporte se mantenga siempre. Sin ser sanjuanino, es un sacrificado del hockey, porque a diario recorre muchos kilómetros en pos de su pasión. El sabe, porque lo siente, que un esfuerzo total, es una victoria completa. 

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