La vida del Daniel Fernández cambió definitivamente para bien,
el pasado 20 de mayo, cuando, en aquellos momentos, el flamante entrenador del Olimpia, Carlos Tito
López le dio la posibilidad de volver a las pistas, lo que él tanto había esperado.
Es que una hernia en la dorso lumbar le había impedido, tiempo atrás, continuar
con su carrera deportiva en Francia y casi lo saca para siempre del rectángulo
de juego.
“La verdad que pensé en no jugar más, culpa de la lesión, me
perdí la posibilidad de seguir en Europa. El campeón de Francia, Quevert, me
quería y podía llegar gracias a la intermediación del “Yeyo” Sergio Burgoa”
explicó el “Dani” que en el juego de anoche, entre Olimpia y Richet Zapata, el
entrenador le ratificó la confianza, mandándolo a la cancha en la formación
titular.
“Cuando me tocó entrar con Unión, me sentí muy emocionado de
volver, después de mucho tiempo sin jugar y sin saber si podía hacerlo en
condiciones normales. Después de mi lesión, fueron muchas cosas las que pase
con mi familia, por eso la emoción” dijo el notable arquero que ante Richet Zapata demostró, una vez más, que cuando a las cosas se le ponen empeño y
dedicación, salen bien. “Y lo de anoche, la verdad, muy contento, la
confianza que han depositado en mí y que, en tan poco tiempo, me hayan puesto
de titular, me hacen sentir importante y eso me da confianza, ganas para seguir”
expresó.
No se olvidó de remarcar su agradecimiento al Olimpia y
tampoco a su familia, que reitera permanentemente que, sin su apoyo, las cosas
hubieran sido distintas. Ahora su meta es mejorar día a día y devolver la
confianza con grandes actuaciones.
Su historia es buena contarla, porque es un ejemplo. Sus
ganas pudieron más allá de sus miedos, él siempre supo que “nada acaba del
todo, cada cosa se detiene, para volver a empezar”.
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