Tiene 23 años de edad, con un futuro enorme y con muchas
ganas de triunfar en un país, Francia, que ya conoce el talento y el juego de
argentinos. Hay muchos y buenos y marquitos parece ser un compatriota que deja
su impronta en la cancha. Tanto es así, que hace un año debió soportar una
grave lesión que lo sacó de la pista por mucho tiempo. Aún está sin jugar, pero
él dice, ya queda menos para volver. En agosto comenzará a entrenar y si todo
marcha bien, sobre fin de año estaría nuevamente peleando la titularidad en la
primera del Ploneour -Lanvern
“La lesión para mí fue
muy dura porque es la primera vez que me lesiono. Tener que dejar de jugar un
año fue muy duro, lloré muchos días, no lo podía creer. Pero bueno, con el
apoyo siempre de mi familia, mis viejos,
que los amo, siempre estuvieron presentes, mi mujer, mi hijo y el club que también me ayudó mucho estoy saliendo
adelante” expresó el pibe que hizo escuela en Olimpia y tuvo de entrenador
a uno de sus ídolos en el puesto, Juan Oviedo.
El portero sanjuanino lleva tres años en Francia y dice
sentirse feliz, pese a los contratiempos. “En
el equipo me va muy bien por suerte somos un grupo muy unido con un entrenador que
nos aporta mucho. Ahora soy el único argentino del equipo con tres jugadores más
el técnico portugueses” explico Marcos Alameda que espera ansioso el
momento de calzarse la indumentaria y saltar a la cancha, para jugar un partido
completo. “Para eso falta pero no pierdo
las esperanzas” dijo.
El internacional argentino vive en uno de los países que
tiene el nivel más emergente del hockey mundial. Es una liga de muchos extranjeros,
que le han aportado calidad y eso se nota en los partidos. “La diferencia es que el hockey francés es mucha táctica se juega mucho
en defensa y nuestro hockey es más individualista porque el número de jugadores
con talento lo permite” dijo el sanjuanino, que pese a esto, reconoció, “un poco me costó, el estilo de juego de
acá es diferente, distinto, nosotros somos muy pasionales, damos la vida por el
hockey” expresó.
Marcos Alameda espera el momento de la vuelta. Es paciente,
aunque sigue con la mente puesta en los próximos entrenamientos de agosto, que
pautará el inicio de su retorno. Su recuperación es permanente y día a día da
señales de mejoría. Piensa en su familia, recuerda a sus padres, que los ama y
le agradece su apoyo siempre. Dice que se esforzará el doble para dar lo mejor
de él y que, próximamente, la selección
lo pueda tener en cuenta. Aunque eso es futuro, por ahora se recupera y sabe
que lo mejor está por venir.
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