martes, 20 de diciembre de 2016

Oscar Oviedo: “Tal vez como técnico, podría concretar mi sueño de selección”

Decir solamente que el “Chupa” Oscar Oviedo dejó la práctica activa del Hockey sobre patines suena frío y distante. Pero mencionar que el emblema de Olimpia en los últimos tiempos, la persona que solo vistió esa camiseta en San Juan por 38 años y por decisión propia no jugó en otro club argentino, la que fue generadora de muchos pibes de la escuelita del club trinitense y que hoy deliran por él, es mencionar algunos de los pergaminos que este notable jugador cosechó en su vida activa.

De 41 años (24/05/75) aseguró que su carrera de jugador “fue riquísima, de todo, me hizo crecer con valores, superar miles de obstáculos y a rodearme de personas que valen oro”. Menciona a Fredy Luz como uno de los jugadores más notables que vio, pero no se olvida de Daniel Martinazzo y Panchito Velázquez como referentes también.

El Chupa tiene carisma. En la escuelita de Olimpia sigue de cerca el trabajo de sus alumnitos y enseña cada detalle técnico casi al oído. Los partidos los vive como un apasionado pero no es de gritar mucho, solo ordena. No define si sigue como profe, “para el próximo año voy a rediseñar lo que hago, todavía no decidí mi trabajo definitivo”.

Como siempre ocurre, cuando llega el momento del retiro, no es fácil tomar la decisión. “Fue muy difícil tomar esta medida después de 38 años arriba de los patines, pero creo culmina una hermosa etapa.  Me quedaron muchos sueños por cumplir, espero, en mis proyectos futuros, seguir creciendo y lograr concretar más sueños de los que pude cumplir”, expresó.

Tiene recuerdos muy buenos de su paso por Italia, “en Follonica 3 años, Salerno uno, Seregno dos y en Portuguesa de Sao Paulo jugué un brasilerao”.

Oscar Oviedo reconoce que uno de sus sueños sin concretar fue jugar en la selección, pero no baja los brazos y redoble el esfuerzo. “Algún día como técnico se podría concretar mi sueño”.

Al Chupa se lo recordará como un notable jugador que siempre dio su vida por Olimpia. Temperamental en la cancha, como todo aquel que quiere ganar, pero sin mala intención. Duro no, empecinado en lograr lo que quiere, va por su segunda oportunidad en su vida deportiva. Ya no arriba de los patines, abajo, en el banco de suplentes.

Esa será otra etapa. De momento no se olvida de agradecer a su familia, a su Olimpia y a todas las personas que formaron parte de este hermoso deporte, que fue su vida.


Ahora a replantear lo que viene, que está solo un paso. El 2017 es una cuestión de días y el Chupa piensa, solo piensa. Sabe que es el momento de las decisiones que darán forma a su propio destino. 

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